viernes, 7 de octubre de 2016

Bundt de plátano y nueces

Hoy traemos una receta de aprovechamiento! Este bizcocho es perfecto para aprovechar esos plátanos que están olvidados en el frutero y ya han quedado blanditos y bien maduros. Es un bizcocho facilísimo y está buenísimo!
Le gustó a toda la familia! y cuando digo toda digo toda jaja abuelos, padres, hermana...Te deja un regustillo a plátano que es..uhmmmmmm


 Aquí van los ingredientes:

  • 4 huevos 
  • 250 gr de plátanos maduros pelados (aproximadamente 3 plátanos)
  • 180 gr azúcar moreno
  • 200 gr de harina de avena (o normal si no os gusta la avena)
  • 10 gr levadura en polvo
  • 70 gr de aceite sabor suave
  • un par de cucharadas de un mix de semillas: chia, sésamo y lino (opcional)
  • dos puñados de nueces 

Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo. 
Primero vamos a triturar nuestros plátanos y los batiremos junto con el azúcar en primer lugar y después agregaremos los huevos. 



Batir bien hasta que no queden grumos. A continuación incorporamos nuestra mezcla de semillas y el aceite y volvemos a batir bien hasta que quede totalmente integrado en la mezcla. 


Por último tamizamos en un bol aparte la harina junto con la levadura e incorporar a la mezcla (la tamizaremos si es harina normal, si es harina de avena simplemente mezclaremos con una espátula la harina junto con la levadura). Batir solo hasta que quede integrada totalmente. 
Una vez tenemos nuestra mezcla lista la vertemos en nuestro molde preferido previamente engrasado. 
Las nueces las podemos incorporar o bien después de la harina y mezclamos en el bol o bien echarlas cuando la masa ya está en el molde. Yo prefiero esta última opción para que no me aparezca ninguna nuez en el fondo del molde y estropee la forma final del bundt. 


 Metemos en el horno a 180º y lo horneamos unos 30 minutos, esto depende mucho de vuestro horno  así que lo mejor es pinchar con un palillo y cuando éste salga seco sabremos que nuestro bizcocho está perfectamente hecho.

Una vez sacado del horno esperamos 5 minutitos (no seáis impacientes o se os romperá!!) y empezamos a darle meneos al molde hacia delante y hacia atrás, arriba y abajo para ir despegando el bizcocho del molde. Cuando estemos seguros de que ya se nos ha despegado ya le podemos dar la vuelta para desmoldarlo. 

Y por fin llega el mejor momento de todos, la CATA!!!



Queda super esponjosito y riiiiiiiiiiiiico rico! Espero que lo probéis y os guste!
¡Buen provecho!

martes, 9 de agosto de 2016

Quiche de verduras


Hola hola!!

Hoy traemos una versión de la Quiche Lorraine un poco más ligerita y sana, pero cuidado! que llena igual! La he hecho varias veces en casa ya y siempre triunfa, y es que está buenísima y super sabrosa a pesar de no llevar tanta panceta como la otra, incluso se puede hacer vegetariana quitando el bacon de la receta.

Aquí va la receta!

Ingredientes:

  • 1 placa de masa brisa / masa base de la Quiche Lorrain (publicada en Febrero)
  • 250 ml de leche evaporada. 
  • 3 huevos. 
  • 200 gr queso emmental.
  • 1 paquete de bacon a tiras (opcional).
  • 1/2 calabacín.
  • 1 puerro.
  • 1 zanahoria. 
  • 150 gr de champiñones. 
  • Sal, pimienta y nuez moscada. 

Lo primero que vamos a hacer es preparar la base de la quiche. Si hemos optado por hacer la masa nosotros como la de la Quiche Lorraine, le damos forma circular. A continuación engrasamos bien con mantequilla un molde desmoldable y colocamos nuestra masa pegándola bien al fondo y a los bordes. Con un tenedor vamos a pincharla en toda la base. Vamos a llevar nuestra masa al horno unos 15 minutos solo por abajo para que se haga un poco. Para evitar que aparezcan burbujas en la base vamos a echar garbanzos en el interior del molde.



 Ahora, vamos a lavar y pelar bien nuestras verduras y vamos a trocearlas en cuadraditos o en tiras, como se prefiera. 

Ponemos una sarten a fuego medio - alto y echamos primero el calabacín, la zanahoria y el puerro. 


Vamos rehogando bien las verduras con cuidado de que no se quemen y por último incorporamos los champiñones. 

Salpimentamos ligeramente y una vez las tengamos bien rehogadas las retiramos del fuego y las pasamos a un bol escurriendo bien el aceite. 


Mientras rehogamos las verduras podemos ir troceando el queso y el bacon. 

Una vez tenemos todo preparado, vamos a proceder a mezclar todos los ingredientes. 
En un bol grandote vamos a batir los 3 huevos junto con la leche evaporada. 
A esta mezcla, vamos a incorporar ya la sal, la pimienta, y la media cucharadita de nuez moscada.

La sal y la pimienta es al gusto, hay que tener en cuenta nuestros ingredientes, si usamos panceta por ejemplo no habrá que echar mucha sal ya que la panceta ya tiene bastante. Al igual que hay que tener en cuenta la calidad del queso emmental utilizado.

Terminamos incorporando el bacon y el queso primero, y revolvemos bien.

Por último incorporamos nuestras verduras rehogadas cuidando no echar el aceite que se haya acumulado. Mezclamos bien todo y lo echamos sobre nuestra base. 

Metemos nuestra quiche en el horno, en la posición central y a unos 200º con calor arriba y abajo durante 45 minutos.
Una vez transcurrido este tiempo, vemos que se ha dorado la parte de arriba, podemos sacar del horno y desmoldar. Normalmente se sirve en la misma base del molde para que no se nos rompa al intentar pasarlo a otro plato. Si queremos llevárnosla a algún lado lo mejor que podéis hacer es colocar sobre la base papel de horno, de manera que el traspaso del molde al plato sea más sencillo. 


Y ya está! ya tenemos nuestra maravillosa quiche de verduras, ligerita y super sabrosa! Con esto triunfarás allá donde vayas! Espero que probéis a hacerla porque es super sencilla y ya veis que excepto por el tiempo de cocción es super rápida! 


Bon appétit!




















viernes, 5 de agosto de 2016

Milhojas de crema pastelera y nata

Hola hola!! hoy traigo una receta fresquita (a la hora de comer ojo!) para estos comienzos de Agosto tan calurosos, al menos por Zaragoza! 
La receta da para unos 6 milhojas, salen mucho más ligeros y suaves que los comprados. Esta es una de las razones por las que me gustó tanto esta nueva creación, es la primera vez que me he comido un milhojas entero yo sola! 

Para preparar estos deliciosos milhojas necesitaremos los siguientes ingredientes:
  • 1 plancha rectangular de hojaldre. 
Para la crema pastelera: 
  • 250 mL de leche entera.
  • 2 yemas de huevo XL.
  • 60 gr de azúcar.
  • 1 cucharada colmada de maicena (25gr)
  • 25 gr de mantequilla sin sal.
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla.
  • 1 trozo de cáscara de limón. 

Para la nata: 
  • 350 mL de nata para montar.
  • Azúcar al gusto.
  • 1 sobre de gelatina en polvo neutra. 



Para la crema de yema:
  • 2 yemas de huevo.
  • 5 gr de maicena.
  • Azúcar, el mismo peso que el peso de las yemas. 
  • Agua, el mismo peso que el peso de las yemas. 
  • 1 chorrito de zumo de limón.
  • 1/2 cucharadita de extracto de vainilla. 
  • Colorante amarillo (opcional).




Vamos a preparar el hojaldre en primer lugar. Extendemos la masa de hojaldre sobre una superficie lisa (con el papel del horno debajo para que no se nos pegue). Con un rodillo vamos a extenderla un poco más de lo que viene (si habéis comprado una masa redonda no hay problema, solo tendréis que darle forma rectangular ahora). Cortamos con un cuchillo sin sierra el hojaldre en rectángulos y los pinchamos con un tenedor para que luego no suban mucho en el horno. Al cortar el hojaldre tener en cuenta que os salga un número cuadrado, ya que para cada milhojas necesitamos 3 bases de hojaldre. 
Metemos al horno precalentado a unos 200º unos 10-15 minutos o hasta que veamos que ya están doraditas nuestras bases de hojaldre. 
Una vez las sacamos del horno, si se os han hinchado un poquito (como a mí) tener cuidado al tocarlas para que no se os rompan. Vamos a dejar enfriar esto mientras preparamos el resto de ingredientes. 

Vamos a hacer ahora la crema pastelera. Ponemos la leche (excepto unos 75 mL que reservamos en el frigo) en un cazo con el limón y la vainilla. Calentamos a fuego alto hasta que esté a punto de hervir. Retiramos del fuego antes de que hierva y lo tapamos para que infusione y se mezclen los sabores, unos 20-30 minutos. 
Añadimos la maicena a los 75 mL de leche que habíamos reservado hasta que se disuelva bien.
En una cacerola mediana vamos a poner las yemas y el azúcar. Batimos bien y añadimos la leche con la maicena. 

Batimos bien y con la ayuda de un colador, incorporamos la primera mezcla de leche, vainilla y limón. 
Ponemos a calentar la cacerola a fuego medio - bajo sin parar de remover para que no se nos pegue. Removemos hasta que espese. Una vez a adquirido el espesor deseado incorporamos la mantequilla para darle más consistencia.
Retiramos la crema de la cazuela y la pasamos a un bol para que enfríe. Hay que tapar la crema con un papel film que esté en contacto directo con la crema, de manera que no se nos forme una costra.                                                                                       Cuando se haya atemperado podemos meterla en el frigorífico un poco para que termine de enfriar. 

Vamos a hacer ahora la crema de yema. Es una preparación muy rápida pero hay que tener cuidado de que no se nos queme. 
Lo primero que vamos a hacer es un almíbar con el agua y el azúcar. ¡No hay que remover! simplemente esperamos a que se nos haga el almíbar, que tenga esa consistencia pegajosa. 
Batimos las yemas con la maicena el chorrito de zumo de limón y la vainilla. Una vez esté todo bien mezclado incorporamos el almíbar. 
Vertemos la mezcla de nuevo en la cazuela y sin dejar de remover calentamos hasta que espese. Pasamos la crema a un bol para que enfríe igual que la crema pastelera. Cubrimos con un papel film que esté en contacto con la crema. 

Finalmente vamos a hacer nuestra nata. Con una batidora de varillas montamos la nata junto con la gelatina en polvo (para que tenga más consistencia y no se nos baje). Vamos añadiendo el azúcar al gusto. Enfriamos en el frigorífico o incluso unos minutitos en el congelador. 

Llega la hora de montar nuestros milhojas! Para que quede más bonito, ponemos la nata y la crema pastelera en unas mangas pasteleras. 
El montaje va a ser el siguiente: hojaldre-crema pastelera-hojaldre-nata-hojaldre-crema de yema. Si se quiere se puede quemar un poco la crema de yema con un soplete pero no es necesario. 



Refrigeramos para que coja consistencia y no se nos desplome y c'est fini! A comeeeeeeeeeer!!!!! De verdad que salen buenísimos! Como ya he dicho no saben igual que los comprados, porque el hojaldre principalmente no es el mismo, aunque es la única pega que les pondría a estos maravillosos milhojas, ya que las cremas me gustan muchísimo más las de esta receta que las de los comprados! 
Espero que probéis a hacerlos! Bon appétit!

lunes, 11 de julio de 2016

New York Cheesecake

Otra vez por aquí! Hoy es el turno de la NY Cheesecake, de verdad, la mejor cheesecake que he probado nunca, y no soy la única que lo piensa. Llevé el otro día esta maravillosa cheesecake al trabajo y de verdad que triunfó, no me esperaba que gustara tanto, pero es que esta BUENÍSIMA!

La receta la saqué del libro de Bea Roque "Apasiónate por la repostería", regalito de mi hermana de hace un par de años.
Bueno aquí van los ingredientes!

Para la base:

  • 250 gr de galletas tipo digestive. 
  • 100-120 gr de mantequilla derretida.

Para el relleno:

  • 150 gr de azúcar blanco.
  • 25 gr de harina de maíz. 
  • 700 gr queso tipo Philadelphia.
  • 5 huevos XL (+ 73 gr).
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
  • 150 ml nata líquida.
  • 150 gr nata fresca (crème fraîche).
  • 1/2 cucharadita de sal.
  • 1 cucharadita de ralladura de limón (Bea le echa solo media, pero a mí me encanta el saborcito que le da el limón!).


Primero vamos a hacer la base de la tarta. Para ello vamos a machacar las galletas o triturarlas con la trituradora hasta que no quede ningún trozo de galleta grande. Mezclamos las galletas pulverizadas con la mantequilla hasta que consigamos una pasta homogénea. Yo le puse algo más de 100 gr de mantequilla (que es lo que ponía en la receta original) para que me quedara la mezcla más ligada.
Untamos nuestro molde desmoldable (¡importante!) con spray antidesmoldante y colocando papel de horno en la base y a continuación echamos nuestra mezcla de galleta y mantequilla. La distribuimos con los dedos hasta lograr una capa del mismo grosor en todo el molde. 



Vamos a meter nuestra base en el frigorífico al menos 30 minutos para que coja consistencia. Al colocarla sobre el molde os podéis ayudar con la base de un vaso para que quede bien pretita la masa.

Ahora es el turno de nuestro maravillosa crema de queso!
Lo primero que vamos a hacer es separar las claras de las yemas, y vamos a montar las claras a punto de nieve junto con la cucharadita de sal. Reservaremos esta primera mezcla. 

En un bol grandote vamos a batir el azúcar con la harina de maíz hasta que quede todo bien mezclado. A continuación incorporamos todo el queso tipo Philadelphia y batimos a velocidad baja hasta obtener una crema homogénea.

Una vez tengamos la mezcla sin grumos, añadimos la crème fraîche y la nata líquida y volvemos a batir hasta tener una crema de nuevo totalmente homogénea y suave. 
Una a una vamos a añadir nuestras yemas que teníamos previamente separadas. No incorporamos una yema hasta que la anterior no está totalmente integrada. Añadimos también la ralladura de limón y el extracto de vainilla y batimos de nuevo. 


Con una espátula vamos a ir incorporando suavemente las claras a punto de nieve que teníamos reservadas a esta crema de queso. Hay que hacerlo muy suavemente para no quitarle aire a la mezcla. Mezclamos hasta que se haya incorporado totalmente. 
Sacamos nuestra base de galleta del frigorífico y untamos la pared del molde con mantequilla para que no se nos quede pegada luego la mezcla de queso. Vertemos la crema de queso sobre la base, no os preocupéis si llega casi al borde ya que esta mezcla apenas sube en el horno. 
Con el horno previamente precalentado a 160º metemos nuestro molde sobre una rejilla y dejamos que se cocine 80 minutos. 
Transcurridos los 80 minutos, apagamos el horno y dejamos que repose nuestra tarta dentro del horno sin abrir 2 horas, y luego otra hora más a temperatura ambiente fuera del horno. 
Una vez pasado todo este tiempo y cuando ya esta atemperada, la tenemos que refrigerar al menos 6 horas. 
Finalmente, una vez fría podemos desmoldar nuestra tarta!! De verdad que aunque requiera algo de tiempo por tanto tener que esperar...merece la pena TOTALMENTE! A continuación os dejo un pequeño reportaje fotográfico porque quedo tan espectacular que no paraba de hacerle fotos!


Podéis añadirle como yo una fina capa de mermelada (en mi caso de arándanos) y hacer que lo bueno sea todavía mejor si cabe! 
 Aquí mi cara de felicidad en el trabajo viendo como les había gustado la súper cheesecake a todas las compis!

Espero que probéis a hacerla y que me contéis qué tal os ha salido! Ahora a buscar una receta nueva para poder compartirla!